El 15 de abril de 1994, en San Diego, California, cerca de Sunset Cliffs, dos surfistas encontraron el cuerpo de una chica que amaba la naturaleza llamada Michelle Von Emster, de 25 años, flotando boca abajo en un lecho de algas marinas. El cuerpo fue trasladado al cuartel de socorristas. 

La encontraron desnuda, vestida únicamente con un brazalete de latón y dos anillos. Tenía un tatuaje de mariposa en el hombro y tenía el pelo largo y castaño. El médico forense Robert Engel también notó que tenía "heridas grandes y desgarradoras con tejido faltante", ya que al cuerpo le faltaba la mayor parte de la pierna derecha. 

Engel creía que Michelle no había estado en el agua por mucho tiempo y marcó la causa de su muerte como "desconocida". Sin embargo, hubo un consenso abrumador de que su muerte fue causada por un ataque de tiburón.

Un día después, el 16 de abril, el médico forense Brian Blackbourne realizó una autopsia formal. Además de que le faltaba la pierna derecha desde el muslo hacia abajo, Michelle tenía el cuello roto “como si hubiera estado en un accidente automovilístico” y tenía costillas rotas, raspaduras, moretones y contusiones en la cara. 

Blackbourne también informó haber encontrado arena en su boca, garganta, pulmones y estómago, y que estaba viva cuando le infligieron las heridas. Según la cronología de Blackbourne, concluyó que ella se metió al agua alrededor de la medianoche y que de hecho se trataba de un ataque de tiburón porque los socorristas, la policía portuaria y los biólogos marinos del Instituto Scripps de Oceanografía se lo dijeron.

Sin embargo, hay cosas que no cuadran si es que la causa de la muerte es un ataque de tiburón. Blackbourne nunca antes había visto una muerte causada por un tiburón y tampoco nadie que vio inicialmente el cuerpo. Los expertos de la Institución Scripps nunca vieron el cuerpo de Michelle, lo que hace que sus investigaciones iniciales sean cuestionables.

Además, muchos expertos dicen hoy que esta muerte no fue causada por un gran tiburón blanco como lo indicó la autopsia, incluido Ralph Collier, el principal experto en comportamiento y ecología del tiburón blanco de la costa del Pacífico. 

Después de ver el cuerpo de Michelle, Collier dijo: “cuando un tiburón muerde parte de una extremidad, la rotura está limpia, casi como si la pusieras en una sierra de mesa. Lo que quedaba del fémur de Michelle era todo lo contrario. Parecía lo que sucede cuando tomas un trozo de bambú y lo cortas hasta la punta con un cuchillo. 

Miré cerca de 100 fotos de casos que revisé a lo largo de los años, y nunca vi ningún hueso que llegara a un punto”. Además, es importante tener en cuenta que una vez que le cortaron la pierna a Michelle, se habría desangrado rápidamente por una arteria femoral cortada.

Esto habría hecho extremadamente difícil tomar una gran respiración, como habría tenido que haber hecho para que la arena se le metiera en el estómago. Esto hace que la teoría de que un tiburón la obligó al fondo del océano (donde respiró hondo y tragó arena) es extremadamente improbable.

Oficialmente, la muerte de Michelle se considera el resultado del ataque de un gran tiburón blanco, pero la verdadera naturaleza y las circunstancias de su muerte prematura siguen siendo un misterio que aun sigue sin ser resuelto.


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