A principios de 1935, Coogee Aquarium and Swimming Baths en Sydney, Australia, se tambaleaba. El mundo estaba en medio de la Gran Depresión y el dueño del acuario, Bert Hobson, necesitaba algo para atraer clientes. 

Su ánimo se levantó cuando él y su hijo atraparon un tiburón tigre de 14 pies y una tonelada frente a la costa y lo pusieron en su piscina . Hubo numerosos ataques de tiburones en el área y Hobson pensó que era lo perfecto para salvar su negocio.

Aproximadamente una semana después de atrapar al tiburón y frente a una multitud de familias, el tiburón comenzó a convulsionar y vomitar, escupiendo una rata, un pájaro y un brazo humano. Hobson llamó a la policía y le sacaron el brazo, que tenía un tatuaje de dos boxeadores peleando que estaba ubicado dentro del antebrazo. 

El tiburón fue asesinado y se abrió el estómago para buscar otros restos, pero no se encontró ninguno. Usando la nueva tecnología de huellas dactilares, pudieron identificar a  la persona del  brazo. Se trataba de Jimmy Smith, de 45 años, que había estado desaparecido desde el 7 de abril de 1935.

Las primeras investigaciones sobre la desaparición de Smith y el consumo de tiburones llevaron a la policía a un empresario de Sydney llamado Reginald William Lloyd Holmes. Holmes era un contrabandista que también dirigía un exitoso negocio familiar de construcción de barcos en Lavender Bay, Nueva Gales del Sur. 

Holmes había empleado a Smith varias veces para trabajar en estafas de seguros, incluida una en 1934 en la que se hundió un crucero de placer con exceso de seguro llamado Pathfinder . Poco después, la pareja comenzó una “asociación” con Patrick Francis Brady, un ex militar y falsificador convicto. 

Con las firmas de los amigos y clientes de Holmes proporcionadas por el magnate de los barcos, Brady falsificaba cheques por pequeñas cantidades contra sus cuentas bancarias que él y Smith luego cobraban. Más tarde, la policía pudo descubrir que Smith había estado chantajeando a Holmes.

Smith fue visto por última vez bebiendo y jugando a las cartas con Patrick Francis Brady en el Hotel Cecil en el sur de Sydney después de decirle a su esposa que iba a pescar. 

Brady había alquilado una pequeña cabaña cuando Smith desapareció. La policía alegó que Smith fue asesinado en esta cabaña. La Marina australiana y la Fuerza Aérea registraron Port Hacking y Gunnamatta Bay, pero nunca se encontró el resto del cuerpo de Smith.

Las teorías apuntan a que alguno de los socios de Smith, es decir, o Holmes o Brady serían los asesinos. No obstante ellos siempre lo negaron hasta el día de su muerte aunque si se incriminaron mutuamente mientras estaban vivos.

Más sobre este misterio, en el siguiente enlace:

El tiburón que vomitó el brazo de un hombre asesinado.


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