En todas partes del mundo se han dado historias, raras, enigmáticas y hasta espeluznantes que se han denominado , misterios sin resolver. 

Empezaremos una serie de publicaciones con los misterios sin resolver más famosos del mundo. Empezamos con:


El cuerpo sin vida en la playa de Somerton

En diciembre de 1948, se encontró el cuerpo sin vida de un hombre en Somerton Beach en Adelaide, Australia. 

El cuerpo era de un hombre que vestía un impecable traje con zapatos lustrados y su cabeza estaba apoyada contra una pared. Las autoridades pensaron que la causa de la muerte fue quizás una insuficiencia cardíaca o, más probablemente, envenenamiento, pero no se encontraron rastros de algún tipo de sustancia en la autopsia.

No se le encontró billetera, objeto o algún tipo de identificación en el hombre y todas las etiquetas de su ropa estaban cortadas. Las huellas dactilares que le tomaron las autoridades tampoco fueron identificables. Incluso pusieron una foto del cuerpo en los diarios y aún así, nadie pudo identificar quién era ese hombre. 

Cuatro meses después de que se encontrara el cadáver, los detectives encontraron un bolsillo oculto que estaba cosido en el interior de sus pantalones. Dentro de dicho bolsillo había un pedazo de papel enrollado de un libro llamado Rubáiyát. El trozo de papel tenía las palabras “Tamám Shud”, que significa “ha terminado”. 

Después de meses de buscar el libro exacto, las autoridades deciden enterrar al Hombre de Somerton sin identificación. Aunque se tomó un yeso del busto y fue embalsamado para preservarlo.

Ocho meses después, un hombre entró en la comisaría. Afirmó que justo después de que se encontró el cuerpo, encontró una copia del Rubáiyát en la parte trasera de su automóvil que tenía estacionado cerca de Somerton Beach. 

No pensó en ello hasta que leyó sobre la búsqueda en un artículo de periódico. Efectivamente, el libro tenía una parte de la página final que estaba rota y coincidía con el trozo de papel que se encontró en los pantalones del Hombre de Somerton. Dentro del libro había un número de teléfono y algún tipo de código extraño.

El número de teléfono llevó a las autoridades a indagar hasta llegar a una mujer llamada Jessica Thompson que vivía cerca. Durante su entrevista, ella fue muy evasiva e incluso afirmó que se iba a desmayar cuando viera el busto del Hombre de Somerton, pero negó conocerlo. 

No obstante señaló que vendió el libro a un hombre llamado Alfred Boxall. Desafortunadamente, Alfred Boxall todavía estaba viivo en ese momento y aun tenía la copia del Rubáiyát que Jessica le había vendido. El código que se encontró terminó siendo aún más inútil y, a día de hoy, aún no se ha descifrado.

Hasta hace unos años el hombre de Somerton Beach no había sido identificado sin embargo, algunas investigaciones  de expertos en 2022 aseguran haberlo conseguido, tal como se consigna en el artículo de este sitio web, el hombre se llamaría Carl Charles Webb.

De cualquier forma, asumiendo que el hombre haya sido bien identificado por su árbol genealógico, eso no ayuda a saber por qué murió, qué significaba el código encontrado y  cómo terminó su cuerpo allí.


Eso aun sigue siendo un MISTERIO SIN RESOLVER.



 

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