Las grandes ciudades siempre tienen sus historias únicas, a menudo cuentos de casas embrujadas. Si pasa un día más o menos en Lima durante su viaje personalizado a Perú, puede preguntarle a su guía sobre las historias de La Casa Matusita, un edificio de aspecto modesto con una historia macabra.

La Casa Matusita, edificio construido en la época colonial es un sitio muy conocido por los habitantes de Lima y el Gran Perú, debido a los sucesos paranormales que allí se han presenciado desde sus inicios.


Cuando se dice que empezó la leyenda de la Casa Matusita

Se dice que todo comenzó durante la época colonial, cuando llegó a Lima una mujer persa llamada Parvaneh Dervaspa. Nadie sabía quién era ella, no tenía amigos, ella no conocía a nadie y la gente empezó a chismear y murmurar que había algo sobrenatural en ella.  En pleno virreinato español, ella   fue acusada de brujería, llevada a juicio por la Inquisición y luego quemada viva.

Según la leyenda, fue ejecutada en el sitio donde ahora está la casa Matusita, y que en su lecho de muerte lanzó una maldición que provocó todos los hechos que les vamos a contar.

Las primeras víctimas de la maldición fueron miembros de una familia que construyó la casa muchos años después. La familia era bien conocida y querida por todos, pero un día algo cambió. Todos los miembros comenzaron a actuar de manera extraña, más violenta, especialmente el dueño de casa.

Al poco tiempo de mudarse, los sirvientes no soportaron más el maltrato de su jefe y mataron a toda la familia. Los sirvientes fueron luego llevados a un hospital psiquiátrico, donde permanecieron hasta su muerte.

La casa luego estuvo abandonada por mucho tiempo hasta que el señor Matsushida, un hombre de origen japonés, y cuyo nombre mal escrito inspiró el nombre que hoy tiene la casa, decidió mudarse allí.

Abrió una tienda en la planta baja y se fue a vivir con su esposa e hijos en la parte alta de la casa.

Se dice que un día encontró a su esposa en la cama con otro hombre y, loco de celos, los mató a ambos. Luego esperó a que sus hijos regresaran de la escuela, los mató y luego se suicidó. Y de nuevo la casa quedó vacía.

Un sacerdote se ofreció entonces a realizar un exorcismo, pero una vez dentro tuvo que salir poco después. 


Afirmó haber escuchado gritos y haber sido atacado por varios espíritus. Murió poco después de contar su historia a causa de demasiado miedo.

Otra de las víctimas se dice que fue un presentador peruano muy popular en estos lares allá por la década de los 60 y 70. Se trataba de, Humberto  Vilchez Vera, quien había dicho que podía quedarse siete días en el interior de la casa y que estaba convencido que no le iba a pasar  nada raro. Fue una especie de reto que hizo ante su teleaudiencia de ese entonces, fines de los 70.

Se dice que duró solo 4 horas antes de huir presa del pánico. Fue internado en un hospital psiquiátrico y nunca fue liberado. 

Años después el reaparecería publicando un libro sobre fantasmas en el cual revela que no llegó a entrar en esa casa aunque no explicó claramente porque desapareció de pronto de la televisión siendo un animador tan popular.

Hipótesis sobre la Casa Matusita


Algunos dicen que fue la maldición de la bruja la que dio origen a todo esto. Algunos dicen que la casa Matusita está encantada por todos los que murieron allí.

Sin embargo, también hay quienes dicen que todas estas son leyendas que se han inventado para mantener alejados a los curiosos. ¿Pero lejos de qué?

El edificio contiguo a la casa Matusita fue anteriormente donde estaba la embajada de los Estados Unidos de América.

También es extraño que con todas estas muertes, ni siquiera haya un artículo de periódico que lo mencione. En la web encontramos una entrevista al actual dueño de la casa Matusita, Ladislao Thierry-tiry Andrade, quien niega categóricamente la presencia de espíritus.

Dice que la casa fue construida en 1800 y que su abuelo la compró a principios de 1900. Su abuela se instaló allí definitivamente en 1947, después de la muerte de su esposo. Actualmente la primera planta se alquila para comercios mientras que la segunda se utiliza como almacén.

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