El "Parque Nacional Death Valley" (más conocido como el Valle de la Muerte), que está entre el estado de Nevada y el estado de California, en EE.UU., es el sitio de una de las más grandes maravillas naturales del mundo: las famosas piedras errantes, con una misteriosa forma de moverse, que deja un rastro de su movimiento donde quiera que vayan.



El misterioso caso de las piedras andantes

Durante muchos años, los científicos más renombrados estaban intrigados por las "piedras que caminan", ubicadas en el Valle de la Muerte (desierto de Mojave), en California, con una extensión de cerca de 226 kilometros, llegando muy cerca de la frontera con el estado de Nevada.

Por algún tiempo, el fenómeno se atribuyó a fantasmas e incluso extraterrestres. Inclusive representantes de la Iglesia Católica se desplazaron al lugar y determinaron que las piedras estaban poseídas.

El caso, que sigue siendo un misterio, fue haciéndose más interesante cada vez que alguien lo estudiaba: las piedras se movían sin ningún patrón o con cualquier movimiento lógico y natural.

Las rocas del valle de la muerte eran de diferentes tamaños, algunas de las cuales pesaban más de trescientos kilos. Por otra parte, se movían en las más variadas direcciones. Y algunas siempre andaban rectas, mientras que otras lo hacían en zigzag o en ligeras curvas.

Lo que lo hace más extraño fue el hecho de que cada vez que dos piedras estaban juntas, se deslizaban a diferentes lugares y velocidades. El caso más interesante reporto dos piedras que en 2009 estaban juntas, y en el 2010  una de ellas estaba más de 150 metros de su destino original.

Mientras que la otra estaba sólo a 20 centímetros de su posición original, que pese a ese corto espacio, había dado un giro de 36 grados.

Todo esto sólo sirve para generar más preguntas que respuestas sobre el valle. ¿Como se mueven las piedras con tanta facilidad? Bueno, algunos científicos de la época tuvieron la teoría que eran movidas por el viento.

Teoría que fue fácilmente descartada, en primer lugar porque la región no tiene una gran cantidad de viento, y en segundo lugar, por que algunas piedras pesan más de 300 kilos, lo que complica enormemente el trabajo del viento, para que se muevan.

Después de muchos años de dudas y misterios, otro equipo de científicos decidió acampar en el lugar, para averiguar lo que realmente sucedía y cómo las piedras se podían mover a tan largas distancias (algunas de ellos alcanzando hasta 200 metros de desplazamiento en un solo año).

El estudio sobre las piedras andantes

Un biólogo y un ingeniero comenzaron el estudio hace unos años, llevando algunos dispositivos a Playa  Racetrack, donde sólo había un lago seco y las famosas piedras errantes.

El primer estudio fue en 2011, en el que nada se encontró, en el 2013 y 2014 después de unirse otro científico a ellos, las cosas comenzaron a funcionar, durante ese tiempo hubo una serie de tormentas de invierno, lo que ayudó a cientos de rocas a arrastrarse cinco veces en 10 semanas.

El equipo registro todos los movimientos a través de GPS y fotografías (en formato de lapso de tiempo), esta tecnología es la mismo que se utiliza para mostrar el movimiento de las estrellas y el sol.

Después de muchas décadas de teorías y los intentos fallidos para resolver el misterio, un trío de científicos finalmente logró registrar el proceso en vídeo.

Norris, uno de los científicos habló más sobre el misterio de las piedras andantes: " Básicamente, las piedras se mueven alrededor de un minuto en un millón de minutos. Tienes que estar allí a la hora adecuada y en el momento adecuado. Sé que hay gente que le gusta el misterio y probablemente estará un poco decepcionada que lo resolvimos. Pero es un proceso fascinante y espero que haya más por descubrir ".

¿De verdad?

Pues bien, la evidencia del vídeo que las piedras se movían con la tormenta fueron tomadas como evidencia científica del fenómeno inusual. Sin embargo, esto no fue aceptado por la comunidad científica.

Algunos científicos del ala más extrema de la Academia Internacional de Ciencias no están de acuerdo con los resultados de la prueba y, por tanto, algunos de ellos fueron al lugar para volver a hacer las mismas pruebas hechas por el primer equipo.

Y, en estas pruebas, el resultado fue otro, completamente diferente: las piedras simplemente no se movieron, ni un centímetro, cada seis meses los científicos siguen acampando en el lugar.

Sin embargo, el primer equipo afirma que los científicos no han acampando bajo ninguna tormenta. Lo que es cierto.

Pero esto, a su vez, fue refutado por el ala extrema de la Academia, alegando que estaban en el lugar, al mismo tiempo que el primer grupo y no han visto ninguna tormenta, algo que sus instrumentos de vigilancia dejados allí para monitorizar las actividades de la zona demuestra que no ocurrió.

Es decir, tormentas, como los que enfrento el primer grupo de científicos, no se producen con tanta facilidad y - mucho menos - al año.

Por lo tanto, decir que los movimientos que las piedras registraron semanalmente (con lluvia o sol), son el resultado de una tormenta, es tan ridículo como decir que los vientos mueven 300 kilos de piedras.

Por lo tanto, el misterio (al menos para algunos científicos) aún no ha sido resuelto.

Post a Comment